Historias diversas
Si preguntamos a los voluntarios por qué están en el Banco, cada respuesta es diferente. Todos tenemos en común el afán de ayudar a los demás, ser solidarios con los que lo están pasando mal. Yo diría que ahí terminan las similitudes entre voluntarios. Después, cada historia es muy personal.
Varios voluntarios me han contado que venir al Banco les ayuda, una vez jubilados, a sentirse útiles para la sociedad. Otro decía que él se siente muy contento cuando se da cuenta de que su trabajo ayuda a remediar penas de otros. Recuerdo que un voluntario me contaba que al Banco “le había apuntado su mujer”. Ante mi cara de sorpresa, se extendió en su respuesta: “Sí, al jubilarme, empecé a pasar muchas horas en casa y mi mujer no estaba acostumbrada a tener en casa alguien que le molestara en sus quehaceres. Decidió por ello que era mejor que yo desapareciera por las mañanas de casa. Y aquí estoy”. Por supuesto, lo decía con una sonrisa en la boca y en perfecta sintonía con su mujer.
Historias diversas, objetivos comunes: esto es nuestro Banco de Alimentos.